Un hombre del Renacimiento en plena Edad Media
Médico judío, traductor y figura política en la corte califal, príncipe de los judíos de Al-Andalus, este judío nacido en Jaén en el año 915, fue el gran impulso de la edad de oro de las letras hebreas en la España árabe, así como un poderoso hombre de Estado protagonista en algunas de las más importantes negociaciones diplomáticas de la corte califal con Constantinopla y con los reinos cristianos del Norte de la península ibérica
Tras convertirse en médico de la corte del poderoso califa omeya Abd al-Raḥmān III, Ḥasday ganó gradualmente fama en todo el mundo árabe, actuando de facto como visir del gran califa. Utilizó su talento lingüístico (sabía hebreo, árabe y latín) y su personalidad persuasiva en delicadas misiones diplomáticas entre gobernantes musulmanes y cristianos. En una ocasión ayudó a negociar un tratado con el Imperio Bizantino. En una de las embajadas enviadas a Córdoba por el emperador de Bizancio llegó un gran regalo que cambiaría la historia de la medicina en Europa: el tratado de farmacología del médico griego Dioscórides. Hasday fue uno de los responsables de su traducción al árabe. Esta obra sería más tarde traducida al latín y se convertiría en uno de los tratados de farmacología mas importantes en Occidente hasta bien entrado el siglo XVIII. Hasday fue también de enorme importancia para conseguir la firma de tratados de paz con los reinos de Navarra y León. Después de que Abd al-Raḥmān muriera en 961, Ḥasday continuó prestando servicios importantes para su hijo y sucesor el califa al-Ḥakam II.
Hasday fue el gran precursor de la edad de oro del judaísmo español, reuniendo bajo su patrocinio figuras literarias importantes como Dunash ben Labrat (c. 920 – c. 990) y Menahem ben Saruq (c. 910 – c. 970), quienes ayudaron a establecer el hebreo como lengua científica y literaria así como a crear un nuevo estilo de poesía hebrea. Hasday fomentó el estudio de la ley judía y el Talmud; ayudó a fundar las grandes escuelas talmúdicas de Córdoba y Lucena haciendo que la judería española compitiera en relevancia con las grandes escuelas talmúdicas de Babilonia.
La correspondencia de Hasday Ibn Shaprut (escrita por Menahem ben Saruq) con Joseph, rey de los jázaros es de importancia histórica. Los jázaros, eran un pueblo que habitaba en el sur de Rusia, y que al parecer se había convertido al judaísmo a mediados del siglo VIII. La correspondencia de Hasday con los jázaros es de gran relevancia a la hora de aportar información sobre un pueblo que en gran medida sigue siendo un gran enigma para los historiadores judíos.
Hasday Ibn Saprut fue lo más parecido a un mecenas del Renacimiento en plena Edad Media. Alguien que puso a disposición de la sociedad andalusí y de la comunidad judía en Sefarad su saber, influencia y fortuna, y que sin duda alguna contribuyó tanto al esplendor del califato omeya como a la edad de oro del judaísmo en Sefarad.
Una de las más bellas calles de la judería de Córdoba lleva su nombre. Córdoba cuenta con una de las juderías medievales mejores conservadas. Pasear por sus calles es un paseo por uno de los episodios más fascinantes de la historia de Andalucía.
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